Eres feliz?...
En cierta ocasión, durante una elegante recepción de bienvenida al nuevo
Director de Marketing de una importante compañía londinense, algunas de las
esposas de los otros directores, que querían conocer a la esposa del festejado,
le preguntaron con cierto morbo: Te hace feliz tu esposo, verdaderamente te
hace feliz?
El esposo, quien estaba en ese momento no estaba su lado, pero sí lo suficientemente cerca para escuchar la pregunta, prestó atención a la conversación e incorporó ligeramente su postura, en señal de seguridad, y hasta hinchó un poco el pecho
,
orgullosamente, pues sabía que su esposa diría que sí, ya que ella jamás se
había quejado durante su matrimonio. El esposo, quien estaba en ese momento no estaba su lado, pero sí lo suficientemente cerca para escuchar la pregunta, prestó atención a la conversación e incorporó ligeramente su postura, en señal de seguridad, y hasta hinchó un poco el pecho
Sin embargo, para sorpresa suya y de los demás, la esposa respondió con un rotundo
- No, no me hace feliz.
En la sala se hizo un incómodo silencio como si todos los presentes hubieran escuchado la respuesta de la mujer.
El marido estaba petrificado.
No podía dar crédito a lo que su esposa decía, y menos en un momento tan importante para él.
Ante el asombro del marido y de todos, ella simplemente se acomodó enigmáticamente sobre su cabeza su elegante chalina de seda negra y continuó:
¿Cuál crees que haya sido la razón por la cuál contesto eso?
¿Qué pudo decir después?
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